Un ejemplo reciente al leer la difusión sobre una designación oficial resulta gráfico. A continuación, se presenta sin difundir el nombre del implicado:
- "Se designa al coronel como asesor sin prejuicio de su actual función".*
- "Se designa al coronel como asesor sin prejuicio de su actual función".
- Prejuicio significa acción y efecto de prejuzgar, en otras palabras, emitir juicio sin fundamento.
- Perjuicio significa efecto de perjudicar.
Por otra parte, tendría un sentido muy diferente que se designara a alguien sin prejuzgar lo que ya ha hecho en otra dependencia. Así, se vuelve claro: perjuicio no es igual a prejuicio.
Un tipo de error que históricamente generó palabras
Desde épocas inmemoriales, las palabras que suenan muy parecidas son confundidas por los hablantes. Tan importante es la cantidad de malos entendidos causados por malas pronunciaciones, que este proceso llega a originar significados o, inclusive, palabras.
Con las disculpas solicitadas de los especialistas de historia de la lengua española, se presenta el siguiente ejemplo de un vocablo originado por un error reiteradísimo: milagro proviene de miraglo. El procedimiento que afectó a ese término fue denominado metátesis. Consistía en cambiar el lugar de algún sonido, en este caso el de la l por la g. Después de miles de reiteraciones, el significado fue incorporado por los diccionarios. Hoy nadie duda de que la forma correcta es milagro.
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