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Imagen: La casa infantil |
Veamos un breve ejemplo:
En una reunión tripartita participan el ministro de Trabajo, el representante del gremio de porteros y el presidente de la Asociación de Propietarios de Inmuebles Urbanos. ¿Es necesario atribuir mayúscula a alguno de estos cargos? ¿Ministro? ¿Presidente de la asociación? ¿Representante del gremio? ¡No!, ni siquiera si se tratara del presidente de la República sería necesario el uso de mayúsculas, al margen de convenciones.
En definitiva, en estos casos es muy útil la recomendación que nos hizo una maestra alguna vez: "Los nombres propios comienzan con mayúscula". Si recordamos este consejo, tendremos muchas menos probabilidades de equivocarnos. Aplicado al ejemplo: ¿"ministro" es nombre propio? ¡No!, es un sustantivo común, por lo tanto comienza con minúscula, igual que "presidente" o "portero".
En redacción institucional, para sintetizar, debemos utilizar mayúscula inicial para designar instituciones, nombres propios, entidades u alguna palabra objeto de convención. Evitar la mayúscula inicial en todos los demás casos, incluyendo los cargos de prestigio —por ejemplo, diputado, ministro, senador, director, gerente, etc—, mejorará considerablemente la presentación de nuestros trabajos.
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