lunes, 16 de julio de 2018

Un adjetivo relacional, no un relacional adjetivo

Presentación:  Prof. Ruth Romero
Lo primero que se tiende a pensar si se solicita la definición de adjetivo es que se trata de un tipo de palabras que sirve para describir, caracterizar, no obstante, no todos los adjetivos son iguales. Hay algunos que se denominan relacionales, por expresar una relación respecto a un grupo.

Un ejemplo común es el de los adjetivos para indicar pertenencia a un lugar:
  • Uruguayo (de Uruguay)
  • Español (de España)
  • Madrileño (de Madrid)
  • Mexicano (de México)
En el uso de estas palabras como relacionales, se las debe utilizar pospuestas al sustantivo al que se refieran. Claro que en español los vocablos muchas veces cambian de función, lo que podría permitir su uso en diferente posición, pero en el sentido indicado se debe respetar el lugar, tras el sustantivo.

Entonces, oraciones con los adjetivos referidos en su uso como relacionales se deberían construir como se ejemplifica:
  • Un futbolista uruguayo.            Diferente a: Un uruguayo futbolista.
  • Un ciudadano español.              Diferente a: Un español ciudadano.
  • Un barrio madrileño.                 Diferente a: Un madrileño barrio (agramatical)
  • Un profesional mexicano.         Diferente a un mexicano profesional.
De otra forma, según se aprecia en la segunda columan, los adjetivos no serían utilizados como relacionales. Esta observación en cuanto al lugar en el que se deben ubicar es aplicable para las referencias geográficas.
  • Un montevideano barrio (construcción extraña).
  • Un barrio montevideano.
Al margen de los efectos poéticos, posibles con el cambio de orden de los adjetivos, este recurso solo se puede aplicar en textos expositivos cuando no se trata de adjetivos relacionales.

Lectura recomendada:
El adjetivo relacional (Xunta de Galicia)
Hispanoteca
Concordancia entre adjetivos y sustantivos Adjetivar cuando es necesario