El participio es una de las formas
no personales del verbo, que varía en número y género. Al igual que el gerundio
y el infinitivo (que hemos analizado en entradas anteriores), no varían en persona. En algunas variantes del español es
muy común su uso, sin embargo en el Río de la Plata no es la construcción más utilizada para
brindar información de acciones pasadas.
La terminación de los participios varían según correspondan
a verbos de primera declinación (finalizados en “ar”), de segunda declinación
(finalizados en “er”) o de tercera declinación (finalizados en “ir”); los de
primera en participio terminan en “ado” y los de segunda y tercera declinación,
regulares, finalizan en “ido”.
Veamos
ejemplos:
Primera declinación: infinitivo “jugar”- participio “jugado”
Segunda y tercera declinación: infinitivo “coser”-participio
“cosido”; infinitivo “partir”, participio “partido”.
Junto a algunos verbos conjugados estos participios pueden
formar perífrasis, por ejemplo:
Los partidos han sido disputados.
El partido ha sido disputado.
En ambos casos tenemos un participio que forma parte de la perífrasis
(“sido”) y otro que funciona como adjetivo-atributo (“disputado”); esto es posible
porque los participios en realidad pueden desempeñar ambas funciones: ser parte de una perífrasis o aparecer en forma independiente, como adjetivo.
“Impreso” preferido en
perífrasis y exclusivo como adjetivo
Un caso particular es el del verbo “imprimir”, que bien
puede aparecer como “impreso” o “imprimido” en la conjugación con perífrasis,
así: “He impreso” es tan correcto como “he imprimido”, aunque la Real Academia Española reconoce
la preferencia por el primer uso.
En cambio, cuando se trata de adejtivo, el uso correcto es “impreso”.
Por ejemplo: Las hojas impresas cuestan diez pesos.
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super me fue de mucha ayuda
ResponderEliminar¡Qué bien! Me alegro mucho. Gracias por tu comentario.
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